Inútil.

Me encontaba, en esta ocasión en mi casa, eran las 2:35 am y esta vez no estaba con mi vaso de café, en esa ocasión quién me acompañaba esa madrugada fría y un poco lluviosa era una copa de vino, hace mucho no lo hacía, pero, por el momento, era lo que necesitaba.

Recordé, ya no con tristeza, o tal vez si, pero esta vez, ya no dolía recordarlo, pensando y me dije:

-"Si"-, pensé suspirando, y suspirar era la la aceptación que venían de los pensamientos, aquellos recuerdos, momentos y otros sinónimos.

-"Tal vez no era el momento o la persona no era la indicada"-, me decía pensando en lo que había sucedido, cuestionaba todo lo que había pasado.

Si, necesitaba pensarlo porque al fin y al cabo, en ese momento eran sólo pensamientos, pensamientos en los que no valía la pena tenerlos, cuestionarlos, ni nada de esas cosas.

Me costaba dejar de cuestionar lo que hace semanas dejé a un lado. Sucede a veces, y más cuando te quieres dar una oportunidad, era eso el motivo por lo que pensaba estas cosas.

Cerré los ojos y me dejé llevar, llegué a la conclusión de toda la situación en la que me encontraba era inútil, siempre lo había sido, me hería, me lastimaba y ese esfuerzo no era necesario para mi y más la actitud que había tomado, no eran necesarias, ya había dejado ir muchas cosas que me recordaran a él, aunque siempre le agradeceré lo que pasamos y que aún puedo querer, sentir y amar a otra persona y aún más importante a amarme a mi.

Todo esto me hizo recordar aquel libro de Cortázar llamado '62/modelo para armar', y entendí que tenía que dejar absolutamente todo pensamiento que me recordara lo que pasó porque era inútil hacerlo, no era necesario, porque de alguna manera me hago daño, y si era hora, hora de dejarte atrás y seguir con mi vida. 

"Pensar era inútil como desesperarse por recordar un sueño del que sólo se alcanzan las últimas hilachas al abrir los ojos."

-Julio Cortázar, '62/modelo para armar'.

Adiós a todo recuerdo inútil de vos, adiós por un tiempo definido o un para siempre.